Esta página utiliza cookies para mejorar su experiencia. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.

Victoria y decepción de la Roja: cuando el triunfo falta a la responsabilidad

17 julio 2024

La decepción y el aquelarre

El triunfo de Baco. Velázquez

Ganar la Eurocopa es, sin duda, un hito significativo para cualquier nación, una celebración de esfuerzo colectivo, habilidad y espíritu deportivo. España, conocida por su pasión por el fútbol, ha experimentado este júbilo en diversas ocasiones. Sin embargo, la reciente victoria ha estado empañada por comportamientos que no solo desdicen del carácter festivo del evento, sino que también cuestionan la responsabilidad que conlleva estar en el ojo público.

Recientemente, algunos jugadores de la selección española han mostrado comportamientos que, francamente, no se alinean con el espíritu de deportividad y respeto que debería caracterizar a profesionales de su estatus. Desde negar el saludo al presidente del país, tener que actuar los antidisturbios, hasta lanzar objetos a los aficionados y, lo que es peor, participar en proclamas inapropiadas en pleno corazón de Madrid, todo ello con el beneplácito del alcalde de la ciudad. Tales acciones no solo son indebidas, sino que además proyectan un mensaje equivocado.

El albañil borracho. Francisco de Goya

En un momento donde el mundo observa, la euforia a ese nivel, no puede ser una excusa para el descontrol. “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, como bien citaba el guionista Stan Lee, refiriéndose al héroe Spider-Man, y este principio es igualmente aplicable a los ídolos del deporte. Los deportistas, especialmente aquellos que representan a su país en el escenario internacional, son figuras de admiración para muchos jóvenes. Sus actos, tanto dentro como fuera del campo, deberían estar impregnados de integridad y decoro.

La apología del “gandulerismo”, como se ha observado en la plaza del centro de Madrid, es especialmente preocupante. En una sociedad que lucha por valores de respeto y convivencia pacífica, incitar a lemas que pueden ser interpretados como xenófobos o imperialistas, como “Gibraltar español y Marruecos también”, no solo es inaceptable, sino también peligrosamente irresponsable. Este tipo de comportamiento recuerda los “borrachos” del cuadro de Goya o los de Velázquez, donde la falta de control y el exceso llevan a la degradación moral y social. ¡Cuánto más bebes, más héroe y grande! Deleznable ejemplo.

Ganar un campeonato es una hazaña, pero la verdadera victoria está en llevar esa gloria con humildad y usar la plataforma de la fama para fomentar un impacto positivo y hacerlo toda la vida, claro, como los de antes. Los futbolistas, al igual que cualquier figura pública, deben entender que sus acciones tienen consecuencias que van más allá de las celebraciones efímeras.

Es crucial que las instituciones deportivas, junto con la sociedad, promuevan un enfoque más disciplinado y respetuoso del triunfo. La educación en valores desde las canteras hasta los equipos nacionales es fundamental. Además, las autoridades competentes deben establecer límites claros y consecuencias para quienes los traspasen, garantizando que el deporte siga siendo un ejemplo de pasión, alegría y, sobre todo, respeto.

En última instancia, una sociedad que pierde el control por cualquier razón se enfrenta a un futuro incierto. No podemos permitir que el desborde de unos pocos, eclipse la verdadera esencia de lo que debería ser una celebración nacional, no terminar con las reservas de alcohol, sino terminar con las reservas de lo sano, del esfuerzo e integridad en todo momento. Para expresar felicidad y orgullo de uno mismo, no hace falta desbarrar, ¡queridos caníbales! Porque entonces, para muchos dejaréis de ser aquello de lo que presumís.

España, y especialmente sus héroes deportivos, deben recordar que cada victoria en el campo debe ser también una victoria en la conducta, un ejemplo para todos, dentro y fuera de las fronteras del país.

por Rosa Amor del Olmo


Descubre más desde Isidora Canarias

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

  • Related Posts

    ¡Pierde usted ripio!

    Rosa Amor del Olmo Si usted es aficionado a la poesía y no sabe lo que es un ripio, déjeme decirle que ¡pierde usted ripio! Porque en el maravilloso mundo…

    Read more

    La palabra como fusil

    Rosa Amor del Olmo En el Siglo de Oro español las plumas cargaban más pólvora que las pistolas. Los escritores no solo creaban obras maestras; también libraban duelos verbales encendidos,…

    Read more

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Los textos de Opinión

    La geopolítica en manos de locos

    La geopolítica en manos de locos

    Una “invasión” sin freno: los visitantes premiados y los residentes penalizados en Canarias

    Una “invasión” sin freno: los visitantes premiados y los residentes penalizados en Canarias

    María Zambrano: pensar a fuego lento

    María Zambrano: pensar a fuego lento

    Carta abierta a doña Francina Armengol, Presidente del Congreso de los Diputados

    Carta abierta a doña Francina Armengol, Presidente del Congreso de los Diputados

    La tarde en que Borges vaticinó su muerte

    La tarde en que Borges vaticinó su muerte

    Kant y el teniente Rufino, por Juan Antonio Tirado

    Kant y el teniente Rufino, por Juan Antonio Tirado

    Hannah Arendt (1906/1975) una pensadora del siglo XX que hay que reeleer en el XXI

    Hannah Arendt (1906/1975) una pensadora del siglo XX que hay que reeleer en el XXI

    Rearme

    Rearme

    Limerencia: el lado oscuro del amor

    Limerencia: el lado oscuro del amor
    España desestimada

    La vacuidad, el individuo y el ser social

    La vacuidad, el individuo y el ser social
    Detección de la violencia en etapas

    Descubre más desde Isidora Canarias

    Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

    Seguir leyendo

    Esta página utiliza cookies para mejorar su experiencia. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.